domingo, 4 de mayo de 2014

Un sueño llamado ser maestro

El baloncesto es un deporte que me encanta, tanto o más que el fútbol. No voy a decir ni mucho menos que ¨el baloncesto es mi forma de vida¨ porque esa frase está muy de moda últimamente, y al no gustarme las modas, me niego a usarla. En fin, que me gusta más que bastante. De ahí, que cada mes desde hace tiempo me compre la revista ¨Gigantes del basket¨, y creo que no hay que ser un intelectual para suponer de que cosas hablan en ella. 
En el número de septiembre de 2013, hicieron una breve entrevista con David Doblas, jugador del Gipuzkoa, que a raíz de esa entrevista, descubrí que tiene finalizada la carrera de Magisterio, y por la que siente verdadera pasión, así que por esa época, que estaba a punto de estrenarme como universitario, mis ganas de empezar en la Facultad aumentaron considerablemente. Os dejo una foto de la pequeña parte de la entrevista en la que le hablan sobre el tema universitario:



En el reciente número de abril, volvieron a tener una entrevista más extensa con el, y de nuevo, salió el tema de Magisterio: 


La verdad es que resulta sorprende que un tipo que ha podido llegar a lo más alto (nunca mejor dicho) en la ACB, tenga otro sueño en la vida, y no es más ni menos que ejercer como maestro. Cuando termine su carrera como jugador, tiene muy claro que no quiere ponerse a entrenar equipos ni ser directivo ni nada de eso, ser maestro es su sueño. Y la verdad es que lo entiendo. Cuando entre en septiembre a la carrera, pues tenía ganas de ser maestro, pero ni la mitad ni un cuarto de las ganas que tengo ahora, y solamente han pasado 7 meses. Me queda aún parte de primero, y 3 años más, y solo espero que el nivel de ganas de querer trabajar dentro de un aula, vaya elevándose en la misma proporción que lo ha hecho desde septiembre hasta ahora. En octubre yo tenía un ideal de lo que debía ser un maestro, y ese ideal, era simplemente reproducir las características de algunos maestros de mi etapa como estudiante. Con el paso de los meses en primero de Magisterio, de lo que más me he dado cuenta, es de los fallos, que han sido muchos, que han cometido profesores míos durante mi pasado, conmigo, o con compañeros de clase. Y por eso yo no quiero cometer esos mismos fallos ni ser tan simple de aspirar a ser en el futuro el típico profesor de toda la vida; me gustaría poder aspirar a algo más. 

La educación en España no pasa por su mejor momento, ni mucho menos, eso cualquiera lo sabe, pero si alguien puede cambiar esto, somos los maestros. Ni las familias, ni los alumnos, nosotros. El cambio tiene que empezar con nosotros (que se supone, somos los profesionales en educación) y en efecto dominó, irá el resto de aspectos relacionados con la educación, modificándose para buscar algo mejor que lo que hemos visto en los últimos años, y que tantas críticas ha recibido. Pero claro, todo será más fácil siempre que la legislación no sea una barrera en nuestras metas ¿entiendes Mr.Wert?

Volviendo al tema inicial, es curioso cuanto menos ver que un jugador que podría decir que su sueño es jugar en la selección española, o haber llegado a la NBA, diga que ser maestro es su sueño, pero para ser realistas, es comprensible si has estado en la carrera de Magisterio, la que es, seguramente, la carrera que tiene que aguantar mayores desprecios y que está menospreciada, porque algunos iluminados piensan que estamos todo el rato haciendo manualidades, o tocando la flauta. ¨La carrera de los tontos¨, así la llaman en Sevilla, y cada vez en más ciudades. No hace falta decir nada más. Eso creen de nosotros los del exterior de la Facultad de Educación, tienen su derecho a opinar, por supuesto, pero hablar sin saber me parece la misma tontería que decir que sabes inglés sin saber conjugar ni siquiera el verbo to be. Sin embargo, el 100% de personas de mi entorno que tienen la carrera finalizada, tod@s tienen comentarios similares, y todos hablan de que ¨es la carrera más bonita que hay¨, y no es un comentario empalagoso, es la realidad, porque como estudiante de primero que soy, puedo decir que afirmo esto.

En fin, que donde algunos ven imposible que el sueño de una persona sea ser maestro, otros, lo ven totalmente lógico, porque no solo es una profesión, diría que también es una responsabilidad el hecho de que esté en nuestras manos la educación de tantas personas que pasan con los años por nuestras manos. Pero tampoco cualquier maestro vale, no todos tienen merito como docentes, diría que sobran maestros tradicionales o que llegan al aula a mirar la blackberry, y hacen falta muchos más maestros del siglo XXI.

1 comentario:

  1. Un trabajo muy personal el tuyo, Alejandro. Como de costumbre, excelente. Espero que no se tuerzan ni se trunquen esos deseos que tienes de ser maestro y que crezcan exponencialmente como hasta ahora. Por mí no va a quedar.

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